¿Cuánta luz es realmente necesaria para cada espacio?

Publicado por Diseñador Lummi en

 

Cuando planificamos la iluminación de nuestros espacios, ya sea en casa o en el trabajo, es fundamental asegurarnos de que cada ambiente reciba la cantidad adecuada de luz. Un aspecto clave para lograrlo es entender los lúmenes y cómo calcular la intensidad de luz que necesitamos en función de nuestras actividades. A continuación, te explicamos cómo hacerlo de forma sencilla y cómo los focos LED se han convertido en una opción eficiente y versátil para conseguir la mejor iluminación.

En el pasado, se solía medir la luz en vatios, pero esto solo indica el consumo de energía y no la cantidad de luz emitida. Hoy en día, con el aumento de los focos LED , los lúmenes (Lm) se han convertido en el estándar para evaluar la potencia lumínica, permitiéndonos tener un control más preciso sobre la iluminación de nuestros ambientes.

             

¿Cuántos lúmenes necesito para cada espacio?

El número de lúmenes requeridos varía según el tipo de ambiente y las actividades que realizamos en él. Por ejemplo, en una sala de estar o dormitorio donde busquemos una luz más cálida y acogedora, entre 100 y 300 lúmenes por metro cuadrado podrían ser suficientes. Sin embargo, en áreas como la cocina o el baño, donde necesitemos una iluminación más brillante para tareas precisas, se recomiendan entre 300 y 500 lúmenes por metro cuadrado.

Para calcular la intensidad de luz necesaria en un ambiente específico, simplemente multiplique los lúmenes recomendados por el tamaño en metros cuadrados de la habitación. Por ejemplo, si tienes una cocina de 10 metros cuadrados y deseas una iluminación de 400 lúmenes por metro cuadrado, necesitarás un total de 4.000 lúmenes en ese espacio.

                                                                                                                                                                                 

¿Cómo elegir la luz adecuada para cada espacio?

Para elegir los focos LED adecuados, debes tener en        cuenta  tanto el número de lúmenes como la temperatura de color, que se mide en kelvins (K). Las luces de tonos cálidos (alrededor de 2700-3000K) son ideales para salas de estar y dormitorios, ya que crean un ambiente relajante. Por otro lado, las luces de tonos fríos (4000-5000K) son mejores para áreas de trabajo como oficinas, cocinas o garajes, ya que proporcionan una iluminación clara y precisa.                              

Otro factor a considerar es el ángulo de haz de los focos. Los LED con un ángulo de haz más estrecho (alrededor de 30-40 grados) son útiles para iluminar objetos o áreas específicas, mientras que los de ángulo más amplio (más de 60 grados) son perfectos para una iluminación general en una habitación.

  

En conclusión, calcular la intensidad de luz adecuada para cada espacio es esencial para crear ambientes confortables y funcionales. Los lúmenes nos permiten medir con precisión la cantidad de luz que necesitamos, y los focos LED ofrecen una solución eficiente, económica y flexible para iluminar cualquier entorno. Recuerda siempre tener en cuenta el uso que le darás a cada espacio y ajustar la iluminación en consecuencia para maximizar el confort y la funcionalidad de tus ambientes. ¡Ilumminar bien tu hogar o lugar de trabajo nunca fue tan fácil!

           


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